La situación económica afecta fuertemente a las familias en los barrios.
La situación económica afecta fuertemente a las familias en los barrios.
CRÍTICA SITUACIÓN PARA MUCHAS FAMILIAS

La demanda de asistencia social es cada vez mayor en los barrios de Junín

Desde el Municipio afirman que creció un 30% y los comedores y merenderos resultan un termómetro que confirma la realidad de muchos juninenses que se acercan a pedir ayuda. Pablo Rodríguez, de Don Ito dijo que “quien colaboraba, hoy pide”.

Comedores y merenderos que cada vez reciben más chicos e incluso familias que se acercan a diario a pedir alimentos. Dificultades para conseguir donaciones, porque cada vez todo cuesta más, en un contexto económico crítico que siempre pega de lleno en los más vulnerables. Una asistencia desde el Municipio que creció en un 30% en los últimos meses. 

Despidos en los casos de trabajadores registrados, la fuerte recesión y dificultades para cualquier trabajador informados de encontrar incluso alguna changa que permita al menos la comida del día en casa. Estas son apenas algunas de las situaciones que retratan, le ponen rostro, al índice del 52,9% de pobreza que se dio a conocer en los últimos días en el país.

En el marco de esta escalada de necesidades que viven miles de juninenses en los barrios de la ciudad, Democracia dialogó con referentes sobre la situación que afrontan a diario.

 

Más necesidades

“Está todo muy complicado, ahora incluso empezaron a venir también las mamás”, asegura Fiama Correa, del Merendero Mi Infancia Las Vaca. Pero el problema no termina ahí, sino que empieza con la dificultad de contar con donaciones que permitan asistir a los cerca de 50 chicos y a los que se suman cada día.

En el caso del merendero y comedor Los Solcitos, Norma Chirulo señala que “las necesidades son cada vez más, y hay más nenes en el comedor. Se hace difícil. Yo hago todos los días la merienda y cocino los sábados -los chicos almuerzan en la Escuela 17- y a veces no queda nada. A veces repiten hasta tres platos”. Con 37 niños que asisten, Norma asegura: “Hoy estamos necesitando mucha más colaboración y el tema es que está difícil también para quien dona”.

El sábado cuentan con un taller de panificado de la organización Don Ito y los chicos se llevan la elaboración a la casa.

“Gente que colaboraba, hoy pide”

Pablo Rodríguez, de la organización Don Ito, que entre sus tareas lleva adelante una red de espacios comunitarios, donde además de recibir niños y adultos para comer, se dictan cursos y talleres, realizó una radiografía de la situación que se vive en los barrios.

“En este último tiempo vemos lo que le pasa a muchos merenderos y comedores, que hay una caída fuerte en la donación. El vecino que ayuda es el que también vive el día a día. Antes le sobraba un peso y compraba algo para colaborar, hoy no puede”.

Mensualmente desde la organización realizan consultas a los referentes, para saber con cuántos chicos cuentan, “y vemos un crecimiento sostenido de pibes y pibas y ahora se suman adultos, que antes no venían. Esto sucede desde hace un tiempo y recrudeció en los últimos meses”, aseguró.

“Los trabajadores ya no llegan como antes, el sueldo se licúa. No solamente recibimos a hijos de changarines, con trabajo más esporádico, sino también a hijos de trabajadores, de trabajo sostenido, formal”, refirió sobre la situación.

Incluso si el pedido no es por alimento señala que se pide calzado, ropa, alguna mochila, “que antes la podían comprar”.

Ahondando en el drama del trabajo que afecta a los vecinos en los barrios, y genera más necesidades, Rodríguez señaló: “En los chicos que ya teníamos, vemos que la situación es cada vez peor. Muchos en la familia se dedican a la construcción, un sector con mucho impacto, porque no hay laburo, y los sabemos también por los corralones, que venden menos”.

En el último tiempo también aumentó el pedido de alimentos en las páginas y redes de la organización.

“Eso venía creciendo y ahora pegó un salto muy fuerte, y alarmante. Cada vez más gente nos pide. Y ya no es el vecino que venía al merendero sino gente que colaboraba, mucha gente grande que nos pide y eso no pasaba. Piden cosas más básicas que antes podían comprar”.

Consideró que están “preocupados” por la situación “pero también ocupándonos, luchándola y acompañándolos, incluso con talleres propios y capacitaciones de la Provincia. “Trabajar juntos es importante y no es fácil. Nosotros trabajamos por nuestra cuenta desde hace 11 años”.

 

La asistencia creció un 30%

Consultada sobre el aumento de asistencia requerida en los últimos meses, la secretaria de Desarrollo Humano del Municipio, Malina Fiel, aseguró que la demanda creció un 30%. 

“Creció sustancialmente mes a mes, de hecho, hace poco tuvimos una reunión con las 14 trabajadoras sociales de diferentes barrios y la demanda de los listados aumentó mucho más. Por eso estamos articulando mucho más ahora con merenderos, sociedades de fomento, clubes, porque la demanda social llega y atraviesa a todos”, explicó.

En detalle refirió que “hoy hay vecinos que hace un tiempo no recibían y se vuelven a sumar a la demanda de alimentos. Fue creciendo en estos meses, sustancialmente. Hoy es un 30% más”. En cuanto al trabajo que se realiza, aseguró que resulta clave la articulación con instituciones para que la ayuda llegue de la mejor manera.

“Lo que nosotros hacemos hoy, por pedido del Intendente, es articular con todas las áreas, Salud, Educación, las sociedades de fomento, relaciones institucionales para que todos estemos trabajando de manera coordinada puertas adentro, y puertas afuera, del mismo modo, con las instituciones intermedias para poder llegar a cada vecino”, destacó.

Fiel subrayó que “la premisa hoy es que no falten alimentos. Que no le falte un plato de comida a la gente”, especialmente por la situación que viven muchas familias.  

“La verdad es que el salario de la clase trabajadora, fue decayendo en estos últimos años. No te voy a decir estos últimos meses, pero los argentinos somos, desde hace unos años, cada vez más pobres, y el poder adquisitivo bajó mucho. Entonces quienes se acercan hoy es porque no llegan a completar el mes con un salario. Hay trabajadores pobres que no llegan a la primera quincena”, destaca Fiel y afirma que en esa situación la bolsa de alimento que se entrega desde el Municipio, “implica una compra de supermercado”.
 

Pedir ayuda

Para poder contar con ayuda, las personas deben acercarse a las trabajadoras sociales en las salitas de los barrios: “Es la primera boca, tratamos de que sea la trabajadora social y después se pueden dirigir a Gandini 92”. 

No obstante, Fiel advirtió que también pueden acercarse a cualquier funcionario público, porque reiteró que “el alimento hoy es prioridad. Pablo nos bajó eso como premisa y cualquier funcionario público puede llamarme por lo que esté faltando en un barrio y nos acercamos”. Luego se deriva a los trabajadores sociales del barrio. 

Fiel aseguró que trabajan con merenderos de la ciudad, con las sociedades de fomentos e instituciones intermedias “porque no se llega solo” y advirtió que “quizás se nos puede escapar una familia que no la tenemos bajo el radar y entre todos trabajamos para que no falte un plato de comida en la mesa”.

“Trabajamos con entre 15 y 20 merenderos, va variando, algunos por merienda y otros por almuerzo. Varía porque va aumentando la demanda constantemente y muchas veces son familias que no se habían acercado y que ahora empiezan a aparecer”, detalló.

Fiel recomendó además que quienes necesiten se acerquen a las salitas y las trabajadoras sociales para consultar y poder retirar leche, chocolatada, tomate, aceite, “hay productos básicos y eso de alguna manera ayuda un montón”, indicó. 

Por último Fiel hizo hincapié en el trabajo territorial: “Trabajamos muy fuertemente con muchas instituciones intermedias, y nos están ayudando muchísimo en el territorio”.

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